miércoles, 19 de septiembre de 2007

Recomendaciones Alimentarias

Alimentación
Existe evidencia científica que relaciona la dieta y la nutrición con el riesgo de cáncer, tanto en estudios de población humana como en experimentos de laboratorio. Aunque la genética es un factor en el desarrollo del cáncer, éste no se puede explicar por los factores hereditarios solamente. Los factores de conducta tales como fumar cigarrillos, el tipo de dieta y la actividad física modifican el riesgo de cáncer en todas las etapas de su desarrollo. Las personas que comienzan una dieta saludable y la práctica de ejercicios en cualquier momento desde la niñez hasta la ancianidad, pueden promover la salud y reducir el riesgo de cáncer.

Muchos factores dietéticos pueden afectar el riesgo de cáncer: los tipos de alimentos, los métodos de preparación de los alimentos, el tamaño de las porciones, la variedad de los alimentos y el equilibrio calórico general. El riesgo de cáncer se puede reducir por medio de un patrón dietético general que incluya una alta proporción de alimentos de origen vegetal (frutas, vegetales, legumbres); limitación en las cantidades de carne, productos lácteos y otros alimentos altos en grasa; y un equilibrio de la ingestión calórica y la actividad física.

Muchas personas no siguen estas prácticas saludables. En realidad, las tendencias indican un aumento en la ingestión de calorías, un mayor uso de comidas rápidas con alto contenido de grasa y una disminución de la actividad física. Tales tendencias se deben en parte a cambios hacia el consumo de comida fuera del hogar, a estilos de vida más sedentarios y a la promoción publicitaria de comidas con alto contenido de calorías.

Empero, ninguna dieta puede garantizar protección completa contra cualquier enfermedad; sin embargo, el mundo médico en general coincide en que las siguientes pautas ayudan a reducir el riesgo de cáncer.

Escoja la mayoría de los alimentos que va a comer de origen vegetal

Coma fruta y vegetales cada día, incluyéndolos en todas las comidas.
Coma otros alimentos de origen vegetal, tales como cereales, arroz, legumbres, etc., varias veces cada día. Es preferible los granos enteros a los refinados.
Limite el consumo de alimentos con alto contenido de grasa, en especial los de origen animal

Los alimentos de alto contenido en grasa sacian menos, y por tanto nos inducen a comer más cantidad. Sustitúyalos por alimentos con bajo contenido en grasa, y disminuya las raciones.
Limite el consumo de carnes, en especial las carnes rojas, que tiene un alto contenido de grasa.
Manténgase físicamente activo: logre y mantenga un peso saludable

Manténgase moderadamente activo por lo menos durante 30 minutos o más, la mayoría de los días de la semana.
Manténgase dentro de su nivel de peso saludable.

de linfoma.net

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