jueves, 18 de febrero de 2010

Mutaciones comunes para 20 tipos de cáncer

En un futuro, es probable que en lugar de calificar los tipos de cáncer por el tejido en el que se han originado, habrá que hablar de los tumores según las mutaciones que los han provocado. Uno de los mayores esfuerzos hasta la fecha por desentrañar los secretos de esta enfermedad revela esta semana en la revista 'Nature' que muchos de los cánceres más habituales comparten errores genéticos comunes.

FUENTE El Mundo Digital 18/02/2010

Ha sido necesario secuenciar el genoma de más de 3.000 individuos de Europa, Japón, EE.UU. y Canadá, con 26 tipos de cáncer diferentes, y la participación de las instituciones más importantes del mundo para confirmar lo que ya se sabía: que el cáncer es una enfermedad demasiado compleja para atribuirla a un solo error puntual. "Nuestro descubrimiento señala que muchas alteraciones genómicas son comunes a varios tipos de cáncer", explica en un comunicado de prensa el principal responsable de la investigación, Matthew Meyerson, del Instituto del Cáncer Dana-Farber (en EE.UU.).

Los esfuerzos de estos científicos han permitido identificar al menos 122 regiones del genoma donde el ADN de los tumores sufre algún tipo de error, bien porque tiene alguna copia de más (amplificación) o de menos (delección) con respecto al tejido sano.

Utilizando una potente tecnología, los investigadores analizaron el ADN de los 3.000 participantes y también el de sus muestras tumorales, un total de 6.000 genomas para comparar al detalle el tejido tumoral con el sano, como explica a ELMUNDO.es el doctor Josep Tabernero, del Instituto Oncológico Vall d'Hebron de Barcelona y uno de los firmantes españoles del estudio junto al doctor Josep Baselga, de la misma institución. "Es como si coches de diferente marca, color y tamaño compartiesen el mismo motor", ejemplifica el investigador español. En el caso del cáncer, concretamente, el hallazgo indica que el 75% de los genes que están alterados en el cáncer son comunes a las distintas variedades, mientras que sólo el 25% son diferentes para cada tipo.

Tras este descubrimiento, los investigadores tratarán ahora de averiguar de qué manera se puede bloquear la progresión del tumor mediante la búsqueda de nuevos fármacos. Y aunque la aplicación clínica de este estudio no es inminente, los resultados abren la puerta a un mayor conocimiento de los mecanismos moleculares para avanzar en la identificación de células malignas y, por lo tanto, dirigir las investigaciones hacia el diseño de nuevos fármacos y tratamientos.

Para el doctor Baselga, el estudio "es el trabajo más importante hecho hasta el momento que analiza las alteraciones genéticas en un gran número de cánceres", informa Europa Press. A su juicio, "es un auténtico empujón que nos da una nueva visión del cáncer, puesto que descubre 122 nuevas áreas del genoma que pueden ser importantes".

martes, 16 de febrero de 2010

Descubren el "arma secreta" de las células cancerígenas contra la quimioterapia

Un equipo de científicos británicos ha identificado el "arma secreta" que utilizan las células cancerígenas para combatir y sobrevivir a los tratamientos con quimioterapia.

FUENTE 20 minutos 15/02/2010

El hallazgo realizado por expertos de Cancer Research UK, una organización no gubernamental (ONG) dedicada a la investigación de esta enfermedad, tiene que ver con la estructura de una proteína que se encuentra en el corazón del sistema de defensa de los tumores cancerígenos.

Identificada como FANCL, esta proteína ayuda a las células malignas a reparar el daño que sufre su ADN a consecuencia del tratamiento del enfermo con quimioterapia. "Hemos averiguado la estructura del motor del sistema de funcionamiento de la célula", dijo la máxima responsable del estudio, Helen Walden, quien explicó que "si conseguimos detenerlo conseguiríamos células mucho más receptivas a la quimioterapia".

"Hemos logrado la primera fotografía atómica completa de una proteína implicada en el sendero de la reparación de una célula, justo en el mismo corazón de la ruta por la cual la células cancerígenas se defienden de tratamientos que tienen como objetivo destruirlas", señaló esta experta.

Walden añadió que "bloqueando este interruptor de ignición de la reparación de la célula, es posible mejorar los tratamientos tradicionales" y subrayó que este hallazgo puede convertirse en una línea investigadora para la creación de un fármaco específico.

NUEVOS FÁRMACOS

La conclusión principal de este estudio, que se publica en la revista Nature Structural and Molecular Biology es que un acertado tratamiento contra la FANCL puede ayudar a combatir el cáncer. La doctora Lesley Walker, del Cancer Research UK, subrayó que se trata "de una investigación muy importante", porque "llega hasta el corazón de la táctica tras la que se protegen las células del cáncer frente al tratamiento de quimioterapia".

"Este hallazgo nos da un objetivo prometedor para potenciales fármacos que ayuden a debilitar la resistencia de las células cancerígenas mientras se administra la quimioterapia, para hacer que este tratamiento sea lo más eficaz posible", manifestó.

lunes, 1 de febrero de 2010

Cómo descubrir si «heredarás» un cáncer

¿Es el cáncer una enfermedad hereditaria? ¿Tener casos en nuestra familia nos predispone a la enfermedad? Estas son algunas de las preguntas a las que pretende contestar «Consejo genético. Guía para prevenir el cáncer hereditario», un manual elaborado por el Centro de Investigación del Cáncer a través de la Fundación para la Investigación del Cáncer de la Universidad de Salamanca.

La respuesta es que lo que se hereda no es el cáncer sino «genes, que si mutan, están más predispuestos a inducir a otros a producir un cáncer». Pero incluso en estos casos, este factor no es más determinante que los hábitos de vida poco saludables «como fumar o llevar una vida sedentaria», explica el investigador principal del Centro de Investigación del Cáncer (CIC) y catedrático de la Universidad de Salamanca, Rogelio González Sarmiento.Aproximadamente entre un 5 y un 10 por ciento de los más de 200 cánceres que se conocen actualmente tienen un factor hereditario. Entre ellos se encuentra el cáncer de piel (melanoma), el de mama, ovario, próstata y colon; y algunos que afectan sobre todo a los niños como el retinoblastoma o cáncer de la retina. Por ello es importante que las personas con antecedentes de un mismo tipo de cáncer en su familia acudan al médico para que éste valore la conveniencia de realizar un consejo genético, cuyo objetivo es determinar la predisposición a desarrollar cánceres para evitar en lo posible que lleguen a producirse. Para averiguarlo se recopila información de tipo estadístico y, si es necesario, se realiza un test genético, que consiste en una extracción de sangre, para analizar el ADN.
FACTORES AMBIENTALES
En cualquier caso, el hecho de contar con estos genes no siempre significa que se tengan el cien por cien de papeletas para desarrollar un cáncer, ya que «la mutación debe desencadenarse por determinadas circunstancias ambientales», entre las que se encuentran el tabaco, una dieta poco equilibrada o la radiación solar.Así, se puede dar perfectamente el caso de personas que, a pesar de haber heredado la predisposición no desarrollen la enfermedad. «Únicamente un 10 por ciento de los mismos resultan ser casos positivos», destaca González Sarmiento, que afirma que la persona sana es quién se beneficia de estos programas, que previenen o detectan de manera precoz. «Hay portadores que nunca desarrollan cáncer si hacen una vida sana», concluye el investigador.

El trasplante de sangre periférica, tan eficaz como el de médula

El trasplante de progenitores hematopoyéticos se ha consolidado en los últimos años como una buena alternativa al tradicional trasplante de médula ósea. Este método permite obtener células del torrente sanguíneo de un donante compatible, capaces de repoblar la médula ósea de un paciente con leucemia, de una manera más sencilla y sin necesidad de anestesia. Un estudio publicado en la revista 'The Lancet' después de 10 años de seguimiento aclara algunas de las dudas que aún podían quedar sobre su uso.

FUENTE El Mundo Digital 01/02/2010
Para obtener progenitores hematopoyéticos (células madre de la sangre capaces de repoblar la médula) 'basta' con someter al donante a un tratamiento previo para multiplicar la presencia de estas unidades en su sangre y, después, extraerlas e implantarlas en un paciente con leucemia u otro tipo de tumores hematológicos.Como explica el doctor Javier López, hematólogo del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, esta sangre periférica tiene una ventaja sobre la de la médula ósea, y es que "ofrece una recuperación más rápida", porque tarda menos en 'agarrar'. Por eso, en la actualidad suele optarse por esta técnica para tratar a pacientes con leucemias avanzadas, para garantizar que recuperen su médula ósea cuanto antes. Mientras que en pacientes con enfermedad menos avanzada, se opta por la médula ósea, que tarda unos días más en funcionar a cambio de ofrecer un mejor perfil de seguridad.Con el fin de aclarar qué diferencias hay entre uno y otro método a largo plazo, el Grupo Europeo de Trasplantes de Sangre y Médula (liderado desde Alemania por el doctor Birte Freidrichs) ha comparado la evolución de 329 pacientes con distintos tipos de leucemias tratados con ambos trasplantes por toda Europa entre los años 1995 y 1999.Tras una media de 10 años de seguimiento (la más amplia hasta la fecha), los investigadores observaron que no existían diferencias en el pronóstico de supervivencia con médula ósea o sangre periférica (donadas en ambos casos por hermanos compatibles). De hecho, añaden, aunque los pacientes tratados con esta última técnica sufrieron más complicaciones de rechazo (la denominada enfermedad de injerto contra huésped), este problema no se tradujo en mayor número de muertes.En pacientes con leucemias agudas, se observó una tendencia de supervivencia algo mejor (aunque no estadísticamente significativa) con el trasplante de médula ósea que con sangre periférica. Sólo en la leucemia mieloide crónica los resultados fueron más positivos con sangre periférica. "Estas conclusiones sugieren que existe un subgrupo de pacientes que pueden beneficiarse todavía del trasplante de médula ósea"."Después de una década de seguimiento, la mayor incidencia de enfermedad de injerto contra huésped no se tradujo en un mayor número de muertes, ni afectó al estado general de salud de los pacientes, ni tampoco a su integración social", concluyen estos hematólogos europeos. A su juicio, sus resultados no permiten concluir por sí solos que es hora de volver a los trasplantes de médula ósea para ciertas indicaciones, pero sí que esta técnica no puede aparcarse del todo por el momento.